lunes, 7 de junio de 2010

Donar Vida






Donar Vida

En algún momento un médico determinará que mi corazón ha dejado de funcionar y que en verdad mi vida se ha terminado.
Cuando esto suceda, no traten de revivirme artificialmente por medio de aparatos, y dondequiera que me encuentre no lo llamen "mi lecho de muerte".
Llámenlo "mi lecho de vida " y dejen que mi cuerpo vaya de allí a ayudar a que otros gocen de una vida plena.
Den mi vista a alguien que nunca haya visto un amanecer la cara de un bebé o el amor en los ojos de una mujer.
Den mi corazón a alguien a quien el suyo no le haya causado más que interminables días de dolor.
Den mi sangre a algún adolescente rescatado de entre las ruinas de un automóvil accidentado, para que pueda vivir y llegar a gozar del juego de sus nietos.
Den mis riñones a quien dependa de una máquina para seguir existiendo semana tras semana.
Tomen mis huesos, todos mis músculos y todas y cada una de las fibras y nervios de mi cuerpo y encuentren la manera de hacer caminar a un niño lisiado.
Exploren cada rincón de mi cerebro. Si fuera necesario tomen todas las células para que algún día un niño pueda gritar con la emoción del deporte y una niña sorda pueda oír el sonido de la lluvia contra los cristales de la ventana.
Cremen lo que quede de mí y echen mis cenizas a los cuatro vientos, para ayudar a que crezcan las flores.
Y si tienen la necesidad de enterrar algo, les dejo mis defectos, mis debilidades y todos mis perjuicios contra mis semejantes.
Mi alma dénsela a Dios.
Y si por casualidad alguien quiere recordarme, hágalo con una buena palabra o acción hacia quien lo necesite.
Si hacen lo que les pido, viviré eternamente.

1 comentario:

  1. Ángel, estaba recorriendo tu blog, pero ya no puedo leer mas, porque no veo la pantalla. Sabes, me emocionas, me demuestras con lo que dices aquí, que no me equivoqué, eres un ser especial,un gran hombre,con una calidad humana increíble y con un gran corazón. Gracias por compartir algo tan bonito! Un beso

    ResponderEliminar